Exhibición




Para la gran mayoría de las obras de arte pictórico la presentación consiste en el marco, el cual, cumple la función única de enriquecer visualmente la imagen pictórica; estando permanentemente supeditado al estilo de la imagen, donde incluso, es pertinente referir que desde el planteamiento expresivo del arte actual el marco esta excluido, ya que la argumentación reflexiva sobre la imagen a dejado de prescindir de la función estética de esté. Sin embargo, en el caso específico de la micropintura es un tanto diferente; porque, cuando concluí las primeras obras al inicio de mi experiencia a través de la micropintura. Al mostrar las obras sin protección alguna, es decir, tal y como yo retiraba el alfiler de la precaria base de cartón, fui testigo al observar la reacción del espectador común; donde al principio, las personas se mostraban un tanto escépticas y muy sorprendidas por tener entre sus manos una obra tan pequeña sobre un alfiler, y luego, inmediatamente después tenían la necesidad de tocar la pequeñísima superficie metálica, para confirmar si lo que veían sus ojos era verdad!. No fue una sola persona, si no varias, las que tuvieron esta misma reacción. Por aquel tiempo, aun yo no tomaba la precaución correcta de lijar la microsuperficie para adherir aun más el pigmento del óleo al metal del alfiler; por lo que, las primeras personas que llegaron a tocar, con sus dedos, la pintura semi fresca desgastaron y contaminaron la capa delgada del óleo, y cuando raspaban la pintura con las uñas votaban gran parte de la capa del óleo, como si fuera esta una cascara; perdiendo con ello parcial o totalmente la imagen de la obra. Y cuando trate de restaurar las pequeñas imágenes, en la mayoría de los intentos, no pude lograrlo correctamente. Al analizar las capas a través de una lente; logre apreciar claramente el relieve del pigmento agregado a la imagen original. Por lo que casi desde el inicio estuve supeditado a saber que la presentación para la micropintura cubriría tres aspectos importantes; esto es, la protección física de la obra misma, la amplificación e iluminación adecuada de la pequeña imagen y el enriquecimiento visual total de la obra micro.

Inicialmente considere utilizar una simple cúpula de cristal; pero muy pronto me percate, de que en la parte superior de las cúpulas de cristal existe comúnmente una irregularidad del mismo cristal, que junto con la curvatura convexa de las cúpulas impiden apreciar correctamente la imagen de la obra. Entonces comprendí, que para, que la imagen pudiera observarse con nitidez y claridad, el cristal debería estar perfectamente paralelo a la imagen. Al buscar una solución, imagine diseñar una base especial donde pudiera adaptar una clase de capelo de acrílico; pero con forma cuadrada, no circular. Donde en su interior existiera un juego de lentes, los cuales, pudieran lograr la graduación óptica ideal para amplificar la micro imagen; permitiéndole al observador captar con mejor nitidez los aspectos pictóricos más representativos de la micro imagen.
Para obtener las dimensiones del exhibidor, particularmente de la altura; tome como referencia la extensión vertical del cuentahílos junto con la distancia de enfoque de una de las lentes. Después, utilice esta misma unidad métrica para duplicarla y obtener así la altura total de lo que hasta entonces aun era la idea básica de una pequeña caja de exhibición. Las demás referencias métricas surgieron en base a la misma relación proporcional sobre la dioptría e iluminación interna; donde al final, obtendría todos los datos para crear el plano de la sección con mayor estabilidad del pequeño exhibidor. Luego, para obtener las medidas concernientes al capelo, requerí antes, crear una primer pieza como prototipo para ajustar correctamente el ángulo de inclinación de la tapa superior, la cual, permanecería paralela a la micro superficie; permitiendo la visión ideal de la imagen. Este capelo de acrílico, permitiría fijarse por medio de presión a la parte inferior de la base de madera; conformando al final, entre ambas piezas, un solo objeto cerrado con las condiciones físicas idóneas para proteger la obra sin perjudicar los varios instrumentos de su interior. Finalmente y con los planos formales, contacte a personas especializadas para hacer las piezas de madera y acrílico.


EXHIBIDOR

Símil al desarrollo de la técnica pictórica para el área visual micro, existieron ulteriormente, cambios internos en el mecanismo del exhibidor, los cuales, fueron enriqueciendo gradualmente el diseño de exhibición inicial; adaptando y reemplazando nuevos materiales con mayor rendimiento físico, por ejemplo: las piezas de cartón pintado que al principio servían para incidir mejor la luz sobre la imagen micro, fueron reemplazados por polietileno de alta densidad, teniendo así, mayor resistencia y versatilidad. Por otro lado, los primeros adhesivos de carácter comercial, de baja calidad y un periodo de -utilidad- muy corta, fueron reemplazados por adhesivos industriales de alta calidad, con extrema durabilidad.


EXHIBIDOR DOBLE

Gradualmente recurrí a nuevos planteamientos para crear obras conformadas por varios microsoportes; supe entonces, que si no contaba con un exhibidor especial, de tipo universal, no serviría de mucho hacer este tipo obras, porque el espectador no podría valorar visualmente la imagen micro como parte de un proceso emocional, y por ende, apegado a una manifestación expresivo-artística; orillando a la obra micro a tomar una posición literal de intangibilidad, como si esta no existiera físicamente debido a su pequeña formalidad. Por ello, diseñe inmediatamente después, un exhibidor -doble- para aquellas imágenes segmentadas, de tipo díptico o tríptico; dotando al área micro de mayor presencia expositiva.





Para la exhibición de obra micro, se ha diseñado exprofeso una repisa especial, la cual, es el complemento ideal del exhibidor; permitiéndole al espectador apreciar con -libertad y seguridad- la pequeña imagen.


En el presente, la precaria presentación inicial se ha enriquecido al integrar paneles expositivos con esquemas fotográficos; exponiendo alternadamente no solo la instrumentación y proceso pictórico, sino también, el objeto del área visual micro para la Pintura como especialidad artística, así como, para las Artes Visuales en general.




Para las artes visuales en general la luz es muy importante, pero en especial para la micropintura ésta resulta imprescindible, tanto para trabajarla, como aun más, para su exhibición. En esta área visual, la luz no llega por la parte superior de la obra, ni tampoco por la parte frontal, sino más bien, esta incide diagonalmente sobre el exhibidor (40° aprox.), y a su vez, con el mismo ángulo sobre la micro superficie convexa; iluminando homogéneamente toda la imagen pictórica.

 ESQUEMA


Por esta razón, el mejor procedimiento para apreciar estas obras es acercando un solo ojo sobre la lente, sin tocar o cubrir con las manos el capelo de acrílico. Además, este procedimiento elimina por completo la posibilidad de ensuciar o rayar continuamente el capelo transparente.